3 - 11 - 2009
En la segunda quedada de cabras al monte en cortes de la frontera, fue todo un éxito, los componentes del grupo pasamos unos días agradables en compañía de nuestras familias y amigos.
En la segunda quedada de cabras al monte en cortes de la frontera, fue todo un éxito, los componentes del grupo pasamos unos días agradables en compañía de nuestras familias y amigos.
El lugar escogido fue Cortes de la Frontera. Con su origen romano no excluyó que por este lugar pasaran multitud de pueblos invasores, prueba fehaciente de tal afirmación la encontramos en varios vestigios de antiguos moradores que se reparten por todo el municipio.
Uno de los mayores atractivos del entorno de Cortes de la Frontera lo constituye el fabuloso cuadro de contrastes paisajísticos, proporcionando al visitante la posibilidad de pasar, en un corto paseo de zonas con formaciones calizas, como cuevas, colinas, gargantas, simas, etc., a otra área donde predominan los estratos de areniscas y donde se encuentran extensos alcornocales de gran valor botánico y forestal (como La Sauceda), uniendo a todo ello el encanto del Valle del Río Guadiaro que nos ofrece su bosque de rivera en buen estado de conservación.
Por la tarde nos fuimos a escuchar la berrea, con nuestro guía haciendo muy bien su trabajo, los imitaba estupendamente que incluso le llegamos a confundir con alguno de esos ciervos que por allí se reúnen.
Por la noche teníamos previsto la cena en grupo, en la cual la conversación fue muy variada y de paso nos fuimos conociendo un poco más, ya que algunos somos nuevos en el grupo.
Lo que si aprendimos es que nunca tenemos que dejar los coches a la sombra de algún árbol. Pues puede que pase que alguna que otra cabra lo coja de escalera.
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