domingo, 3 de abril de 2011

Cueva de los Órganos

Sábado 2-Abril-2011
Nos reunimos siete amigos del grupo Turysport para adentrarnos en lo más profundo de la tierra, lo desconocido, apasionante, oscuro, a una de las cuevas más grandes de Málaga, la Cueva de los Órganos, situada en la Sierra de Camorra.


Quedamos en la entrada del pueblo de Mollina, desde donde nos dirigimos a la salida del pueblo, de donde parte un camino de tierra entre olivos en dirección hacia el Cortijo de la Capuchina.


Antes de llegar a este cortijo nos desviaremos a la izquierda. En el cortijo dejamos los coches y nos dirigimos hacia la cumbre de la montaña, siempre desviándonos hacia la izquierda.


Después de atravesar un pequeño bosque de pinos y a unos 500 metros en dirección a la cumbre de la sierra, se encuentra la entrada, muy fácil de localizar, ya que está señalada por un gran almez de color diferente a los demás, destaca en el bosque de acebuches que ocupa la parte alta del macizo.



La entrada no es un orificio casi cubierta por el Almez, tenemos que bajar por una rampa muy pronunciada que nos lleva hasta una sala iluminada por luz exterior proveniente de un orificio que hay a unos 200 metros de la entrada.


Continuamos por entre bloques de piedra que dejan muy poco espacio para pasar, siempre descendiendo hacia lo más profundo.


Después de una vertical de unos 10 metros llegamos a una sala mucho más grande donde podemos contemplar la cantidad de estalagmitas que nos dan paso hacia otra sala más pequeña, pero donde podemos contemplar la estalagmita por la cual toma el nombre la cueva.


Descansamos en su gran sala admirando la magnitud de esta maravillosa cueva.


Nos dedicamos a explorar un poco por cada rincón, y nos encontramos con un grupo de murciélagos a los que no les gusta la luz de nuestros frontales.
Nido de Murcielagos!!!


Es toda una oportunidad el poder conocer un poco del centro de la Tierra y un mundo desconocido.


Admirando las estalactitas, estalagmitas, excéntricas, banderolas, gours, columnas y coladas son solo algunas de las formaciones que hacen de la práctica de la espeleología una actividad única.

Ahora el regreso a la superficie, pero con cada rincón de esta cueva en nuestras mentes.