martes, 15 de enero de 2019

Monsanto


Monsanto
6 - Enero - 2019





Monsanto, un pueblo anclado en tiempos remoto...


Incrustada en la ladera de una gran elevación escarpada, Monsanto se yergue en un saliente altivo, con su caserío de granito que destaca y se confunde con el sistema rocoso. 



El Pequeño pueblo solo a pocos kilómetros con la frontera de España.


Encaramado en un cerro que se impone a la mirada en la mayor parte de los horizontes, el pueblo de Monsanto posee un encanto singular, al que contribuyen los dos títulos otorgados en el siglo XX – Pueblo Más Portugués de Portugal, en 1938, y el de Pueblo Histórico, en 1995. Icono turístico de la región, Monsanto es una experiencia peculiar para quienes lo visitan. Le otorgaron carta foral los reyes Alfonso Enríquez, Sancho I, Sancho II y Manuel I. 


La parte más antigua está en el punto más alto, donde los Templarios construyeron una cerca con una torre del homenaje.





Se trata de un Pueblo algo apartado, cuyo atractivo es el aislamiento.



En lo alto del cerro domina las vista el Castillo de Monsanto, (siglo XIII) abandonado hace años.
desde sus desolados muros se contemplan impresionantes vistas hacia todas direcciones.




El pequeño pueblo de Monsanto, esta compuesto de un amasijo de callejueas por las que puedes pasear sin rumbo...




Monsanto es cruzado por senderos, entre ellos el GR-12. que va desde Lisboa a Constancia(Bulgaría) y el GR-22, que cuenta con 540 kilómetros.


Recorriendo sus calles nos topamos con una pequeña casa cueva, excavada en la roca, con su nombre puesto en la entrada, "La Gruta" abierta al publico.


La aldea fue conquistada por Alfonso Henriques y donada, posteriormente por el monarca de los caballeros Templarios, el que levanto el primitivo Castillo.




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