Un paseo en Kayak por los acantilados de Maro
Domingo 8 de Abril de 2012
Para hacer este paseo por los espectaculares acantilados hay que ir hasta la bonita ciudad de
Nerja.
Nerja es pueblo marinero y agricultor con raíces árabes, su nombre procede del árabe 'Naricha', (manantial abundante), goza de un clima privilegiado y de un entorno paisajístico de ensueño, donde se alternan espectaculares acantilados y playas de arena dorada.
Desde una de sus playas es desde comenzamos el paseo, justo desde la playa de Burriana.
Para llegar a la playa Burriana hay que tomar la autovía del Mediterráneo (A-7, N-340) desde cualquier punto del litoral malagueño, se llega a la localidad de Nerja, y salir por la 292 dirección cuevas de Nerja, luego dirección Nerja y en la cuarta rotonda bajar por la calle de las Filipinas que va directo a la playa de Burriana.
Empezamos el recorrido apreciando un acantilado de baja altura, que está formado por arenisca, más o menos accidentado, que en su cima alberga algunas de las urbanizaciones del pueblo de Nerja.
Entre los cañaverales y las higueras bravías, resbalando sobre la piedra y dejando un manto de algas y líquenes de color verde, cayendo al final, con fuerza sobre el agua marina, mientras en la cima de las grandes piedras de alrededor las gaviotas anidan, aprovechando los huecos calcáreos que el agua ha configurado en siglos.
Casi al principio del acantilado podemos acercarnos a unas pequeñas cavernas de arenisca endurecida, sobre la cual caen, como si quisieran bañarse en este mar azul, los cañizales, mientras que una cortina de agua dulce, cae hasta el agua salada, en un fondo de transparentes roquedales y arenados de un color verde esmeralda que constituyen uno de los paisajes más relajantes que la naturaleza nos ha regalado.
Después de una pequeña playa, observaremos una zona rocosa, con peñones que asoman en medio del mar, separados de tierra firme, entre los que podemos pasar con nuestros Kayak.
Una vez pasado esta zona de peñones, en un recodo del acantilado nos topamos repentinamente con uno de los escenarios más bellos que se pueden encontrar en la franja marina. Se trata de una gran catarata de agua dulce que cae desde gran altura en una pequeña bahía.
El agua de la catarata, procede del afloramiento desde la sierra de Almijara en el azud del Río de la Miel, que se aprovecha para abastecer a las poblaciones de Maro y de Nerja, y cuyos excedentes son utilizados para el riego de las huertas, y finalmente caen al mar, para mezclarse con las azules aguas saladas. Posteriormente la evaporación del mar volverá a llenar las nubes que volverán a derramar su lluvia sobre la sierra cercana, cerrándose así el círculo natural del agua, y generando la vida tal como la conocemos.
Difícil de olvidar es este rincón, del que saldremos casi seguro contra nuestra voluntad.
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